Ojala todo fuese tan fácil como dejarse llevar y bailar.

Y hoy ha amanecido uno de esos días que nada más empezar ya quieres que terminen. Los problemas vuelvan a ocupar cada rinconcito de tu cabeza las 24 horas del día. Sales al balcón con lo puesto, has llegado a ese punto en el que te da igual no estar maquillada y salir con una camisa ancha, prendes un pitillo y parece que olvidas tus problemas por un momento, el día está nublado sí, estas echa un asco, no te apetece salir a pesar de que es sábado y mucho menos arreglarte. Pones la radio mientras te ducha y entonces, es ahí, ese momento,  en el que suena esa canción, que te hace decirte a ti misma que si no vives la vida, nadie más lo hará por ti. Te vistes con el vestido más bonito que tienes, ese que te recuerda que has nacido para ser una princesa, que en la vida ya hay demasiadas zorras. Te calzas esos tacones altos, que hacen que toques el cielo con la mano entera, coger la barra de labios roja, hoy te vas a comer el mundo y quieres dejar huella. Sales de casa y vas a la discoteca, la música te evade de todos los problemas, bailas hasta no poder más mientras ries sin parar. Ojala en esta vida todo fuese tan fácil como dejarse llevar y bailar.